Interesante reflexión que nos hace Raul Agullo, amigo, activista medioambiental, de Elche y que aqui publicamos:
El río Vinalopó llega a su tramo final convertido en acequia-cloaca, pero gracias a iniciativas como la vuestra, existe la esperanza de que la sensibilidad social aumente y con ello se exijan soluciones en cumplimiento de la normativa medioambiental, por salubridad, y también porque en Elche la declaración como Patrimonio de la Humanidad incluye específicamente la protección de no sólo las palmeras sino también el sistema de riego heredado de la cultura islámica de oasis y concretamente obliga al mantenimiento del patrimonio hidráulico de la acequia Mayor del Pantano como canal histórico principal.
Aquí disponemos de un caso muy singular de árboles de ribera, con una formación de aproximadamente 150 ejemplares de la especie “populus euphratica”, procedente del valle fluvial irakí que indica su nombre científico. Se trata de una especie de gran interés botánico como comunidad vegetal centenaria única en Europa, y cuya reproducción se ha logrado en Elche únicamente gracias al esfuerzo desconocido del actual comisario que vigila esta Acequia Mayor, Vicente Antón (“el puntero”), quien lo ha logrado por métodos asexuales debido a que todos los ejemplares son del mismo género y no se dispone de semillas viables, etc. Desde los viveros municipales han adoptado posteriormente el mismo sistema, para replantar algunos pocos ejemplares en alguna plaza y parque público local, de un árbol que además como curiosidad científica destacar que presenta simultáneamente cinco formas claramente diferenciadas de hoja.
Sin embargo, su estado de conservación es lamentable en algunos tramos, y precisamente es el caso de nuestro emblemático paraje con arbolado de ribera de los popularmente conocidos como CHOPOS ILICITANOS que se encuentra abandonado a pesar también de que existe una ordenanza municipal que los considera protegidos. De hecho, tampoco se respeta con ello la servidumbre de paso junto a la acequia, cuyo camino paralelo se encuentra actualmente impracticable, mientras esperamos a que al menos algún día se recupere parcialmente si al menos logramos tener señalizado con carácter oficial un sendero de pequeño recorrido en un término tan extenso como el ilicitano donde increíblemente no existe ningún P.R.V. como recurso turístico y para la educación ambiental.
Reivindicar, en resumen, la urgente cooperación si es que resulta necesario previamente a cualquier actuación de conservación (poda y otros tratamientos), entre las autoridades públicas competentes y los propietarios de dicha acequia con sus terrenos circundantes en el paraje de nuestra única chopera de RIBERA, independientemente del proyecto para la restauración exclusivamente del cauce urbano del río Vinalopó que ahora mismo se está ejecutando bajo la supervisión de un reconocido equipo de profesionales con experiencia en urbanismo sostenible y respetuoso con la Naturaleza, aunque siempre mejorable.
