El sur de Alicante es la segunda zona del país donde es más difícil combatir los mosquitos

Información(27 de Agosto 2011):


La empresa encargada del control de plagas indica que Elche es uno de los municipios españoles con más complejidad a la hora de aplicar tratamientos efectivos.

J. M. GRAU
El sur de la provincia es una de las zonas del país donde más difícil resulta combatir las plagas de mosquitos, y Elche, por su amplio territorio municipal y su localización entre importantes zonas húmedas e inundables, también ocupa los primeros lugares en este sentido a nivel de las localidades españolas.
El término municipal de Elche, por sus especiales características orográficas y medioambientales, azarbes y parques naturales, y multitud de viviendas diseminadas, presenta una gran complejidad a la hora de acometer los tratamientos, porque el estricto protocolo de trabajo no permite la utilización de medios aéreos, lo que en este caso hace aún más valioso el conocimiento del medio.
Así lo entienden desde la Compañía de Tratamientos Levante (CTL), la empresa que lleva a cabo distintas actuaciones contra plagas en numerosos municipios de la Comunidad Valenciana: Castellón, Torrente, Xàtiva, Gandía, Orihuela, Crevillent, Novelda o Elche, por citar algunos.
La técnico Estefanía Hernández señala que el grueso del trabajo en esta zona al sur de la provincia, además de ratas y cucarachas, son los mosquitos. "Es la segunda zona más complicada en tratamiento y control de España. Es parecida a la zona del Manzanares o el delta del Ebro", apunta.
Esto se debe no sólo al número, sino al tipo de especies. De entre todas ellas destaca el Aedes Caspius. "Es muy agresiva. Lo normal es que los mosquitos piquen por la noche, pero esta especie actúa también durante el día, va en pequeños enjambres y además genera en la piel una reacción mayor", concreta la técnico.
Además, agrega que este tipo de mosquitos no pone las larvas en el agua, sino que lo hace en la tierra húmeda, por lo que el problema se multiplica tras las precipitaciones.
Los periodos de mayor trabajo por tanto son tras las lluvias, es decir, en marzo y abril, y entre septiembre y octubre. Es entonces cuando eclosionan miles de millones de larvas, por lo que la actividad se intensifica notablemente.
Junto a ello, los empleados de esta empresa trabajan, en el caso concreto de Elche, todas las semanas y en todas las partidas rurales. Los larvicidas biológicos caducan a los cinco días aproximadamente y, por tanto, el trabajo debe ser continuo y constante.
De igual modo se inspeccionan los canales de riego, tan abundantes en el sur de la provincia, y también se actúa en algunas zonas de El Hondo, donde no se puede realizar un tratamiento con avionetas por sus propias medidas de protección, por lo que dada su extensión y vegetación en ocasiones se torna una tarea complicada.
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